viernes, 4 de enero de 2013

Conspiración de Marketing, Urbanismo y Narrativa Poética. Luz Marina Hurtado Tabares

 
La Conspiración Urbana o los hijos del Mall
76 páginas.
Autor: Luis Jairo Henao Betancur. 
Ganador del Concurso Colección de Escritores Pereiranos, Modalidad Cuento 2012.
 

Confluyen en esta obra las teorías del marketing, del urbanismo, y la poesía, que en un hilo narrativo propenden por marcar otra tendencia emergente (fusión de saber y sentir) en el subgénero del cuento. 

Será un desafío para el escritor contemporáneo conseguir la fusión de estos elementos, dedicado más allá de develar la intimidad del romanticismo, más alla de mostrar la narcorealidad, a confrontar saberes y expresión en un discurso narrativo renovado por y para el sujeto urbano que crea identidad propia y de ciudad, desde el uso de los centros comerciales, el vitrineo y la oferta de su imagen frente a la demanda del consumismo. Fenómeno este sólo observable en un parpadeo de la otredad del ciudadano, que como autor visualiza de cada habitante: rutinas, deseos y proyecciones.

Por mencionar algunos aspectos:
La tensión narrativa de un suicidio y una carta para no morir solo, nos hacen creer que en ese mismo instante de indagación lectora, muere alguien más, y se siente la culpabilidad de: yo aquí leyendo y alguien muriendo.

Por la riqueza del lenguaje figurado podemos ver en una empleada de almacén cómo limpiando el vidrio de la vitrina promociona saludos o adioses; y un cortometraje de ironías y realidades en una Plegaria que ruegan la cotinuidad de esta conspiración.

Sumado a ello, la polifonía narrativa y la ruptura lineal del referente temporal, envuelven al lector en la búsqueda de cada detalle para ser el investigador que no aparece en la obra, porque la sostiene en sus manos. Pero hay que estar ahí para comprender que en un mall de comidas "no hay necesidad de poner la mano para pedir limosna, aquí somos pordioseron urbanos, faltos de memoria, de lugares. Somos parte de la conspiración" (Henao, 2012:15)







miércoles, 2 de enero de 2013

Reseñas inmediatas/ Comentarios

A quien pueda interesar:

Enero 16 de 2008.

Ser adulto, compromete a cumplir con requisitos suficientes para ganarse el título; ser profesor, obliga a comportarse de la manera que creen y esperan directivos, compañeros de trabajo, padres de familia y estudiantes.

Leer a Frank McCourt en su obra El Profesor, refiere identidad cuando de máscaras se trata. Un hombre que sin los prejuicios de los veteranos en el gremio, relata los sucesos del ejercicio de su carrera: lo que espera un docente antes de la llegada de "sus" estudiantes, lo que en su presencia debe enfrentar, qué debe decir y qué debe callar.

Impaces y fortunios son los que nutren esta experiencia, y así enriquecida es como se convierte en el escudo que McCourt empleó para evadir situaciones y comentarios desobligantes en su quehacer pedagógico.

Nombres, recuerdos, pensamientos y conclusiones en torno a su profesión, transmutan una parte de su vida en esta obra que se convierte en arma para estudiantes y espejo delator para los docentes, en tiempos prolongados de irreverencia en la educación.

McCourt, Frank. El Profesor. Ediciones MAEVA. Madrid. 281 págs. 2006 (Traducción de Alejandro Pareja)    Galardonado Premio Pulitzer(1997) http://www.pulitzer.org/historyofprizes

















































































Proyección de frases célebres. Todas con autoría de: Luz Marina Hurtado Tabares

La lectura es un acto con sentido, consentido, con sentidos. 

Fue un hola fugaz como las palabras que se envuelven en los deseos que permanecen.
Además de la poesía, tienen total encanto las ideas que reflejan realidades individuales.
Sólo una larva es totalmente libre cuando puede volar, se hace mariposa, se transforma. 
No se halla libertad en nosotros mismos, la hallamos cuando somos otros, lejos de nuestra corporalidad.
Autorreprocharse en cuestiones del amor martirizante, nos produce una catarsis que posiblemente se convierte en tragedia, luego pasa a tragicomedia y finalmente, no sé en cuanto tiempo... a un vergonzoso estado de antigua estupidez. 
Preocupada. Algo me dijo que donde empieza la erudición se abre el camino de la evasión religiosa.
Lectura, ejercicio y palabra de Dios, para alimentar mente, cuerpo y espíritu.
Pobres mariposas, cómo sienten humanos en su estómago cuando se enamoran.
Desocupadez insensativa la de un lunático desprevenible... lo que hace el ocio...
Siempre la exposición pública nos pone en evidencia y deja al descubierto lo que se imaginan los demás.
Hoy es viernes y me gusta, pero gracias a Dios mañana "ayer" seguirá siendo viernes.
Leer cada día: "Dejemos para mañana lo que no queremos hacer hoy" nos revela el CARÁCTER INFINITO DEL TIEMPO; siempre ese hoy y ese mañana se renuevan.
  A veces quisiera estar más rodeada de ignorantes que de insensatos. Pues los primeros, sin mal, desconocen; pero los segundos ¡no razonan! aún con la verdad frente a sus ojos.
  Gran paradoja es que lo único seguro en la vida es la muerte.
Dónde habita el sueño?...quizá escondido en los deseos de un hallazgo prestidigitador, en la angustia del quehacer cotidiano, o en la ruptura del chrónos para manifestarse en Kairós.
  Incertidumbre sensorial, esta de acabar un libro que fue buen cobijo de mi tiempo.